El técnico madrileño, que ha cautivado a la afición, ha devuelto al Mallorca a Primera División con unos números de récord.
ELENA GARCÍA. PALMA (VIERNES, 6 DE AGOSTO DE 2021, DIARIO DE MALLORCA)
6 de agosto de 2020. El Real Mallorca está huérfano. Faltan solo cuatro días para que dé inicio la pretemporada y Vicente Moreno acaba de abandonar el barco. La dirección deportiva baraja varios nombres, pero son conscientes de que ya no hay más tiempo que perder.
La secretaría técnica encabezada por Pablo Ortells, que ya le conocía de su etapa en el Villarreal, se decanta por Luis García Plaza, para sorpresa de todos. La entidad bermellona anuncia la llegada del técnico madrileño, encargado de devolver al equipo a la máxima categoría del fútbol español.
Han pasado 365 días y Luis García forma parte ya de la gran familia mallorquinista. En su primer año al frente del conjunto bermellón, en una temporada sacudida por el coronavirus, el madrileño ha cumplido con creces los objetivos deportivos que le impuso la propiedad. Le exigían el play-off y él les brindó el ascenso directo a falta de tres jornadas para finalizar el campeonato. La apuesta era arriesgada, pero el plan salió perfecto.
Con Luis García el Mallorca se ha cansado de ganar. Durante ocho meses el equipo no perdió ningún partido como visitante, su defensa fue la menos batida prácticamente todo el curso y cuando atrapó la cima de la clasificación ya nadie, a excepción del Espanyol, le apeó de su sitio. El madrileño, que acumulaba 270 encuentros oficiales entre Primera y Segunda División, aterrizaba en la isla tras varios años desvinculado del fútbol español, después de haber ejercido como técnico en ligas tan dispares como la de Abu Dhabi, la china o la de Arabia Saudí. Pero García Plaza llegó a la entrevista de trabajo con los deberes hechos, empapado de todos los partidos que había disputado el equipo en Primera la última temporada y con ese don de gentes que cautiva a todo el mundo.
Apostó el madrileño por mantener, con muy buen criterio, el bloque de los últimos años y confió en jugadores que se convirtieron en clave a lo largo de la temporada como Abdón Prats, Íñigo Ruiz de Galarreta, Antonio Sánchez o Amath Ndiaye.
En su primer año al frente del Real Mallorca todo ha salido perfecto y ya está donde quería estar: con el equipo en Primera y ante el complicado objetivo de mantener la categoría. El año uno de Luis García ha sido todo un lujo.