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Muchas son las diferencias que marcan al Mallorca de esta temporada respecto al de los tres años anteriores, aunque hay una que es la que más llama la atención. El cuadro balear ha conseguido, por fin, hacerse fuerte como visitante, donde aún no ha perdido ningún partido. Es el segundo mejor equipo fuera de casa y el único que no ha recibido ningún gol.
Luis García Plaza ha conseguido de este Mallorca algo que parecía estar impregnado ya en esta plantilla. El aficionado bermellón se había acostumbrado ya a dar por perdidos los puntos que se disputaban lejos de Son Moix y apelaba al estadio mallorquinista como feudo donde conseguir los objetivos marcados a final de temporada. Obviamente, un ascenso no se logra solo con buenos resultados como local y Luis García Plaza ha metido mano en una tendencia que parecía irreversible.
Con nueve de 15 puntos posibles, tres goles a favor, cero en contra y un bagaje de dos victorias, tres empates y ninguna derrota, el Mallorca es el segundo mejor equipo de la categoría fuera de casa. Así como la temporada pasada el conjunto bermellón no consiguió los tres puntos lejos de Son Moix hasta siete meses después de empezar LaLiga, este curso en su segunda salida, en Lugo, ya logró sumar de tres, hecho que también repitió en Alcorcón.
El Mallorca puede hacer de su gran rendimiento como visitante una de las armas para conseguir el ascenso a Primera división que se marcó antes del inicio de temporada. Luis García Plaza parece haber conseguido algo impensable, además de la solidez defensiva y la capacidad goleadora del equipo que parece ir de menos a más. El cuadro balear está estableciendo unas bases que si logran ser consistentes lo pueden aupar a la máxima categoría del fútbol español a final de temporada.