Intensos y rápidos, así define el entrenador español Luis García Plaza los poco más de siete meses que lleva en China, un viaje «a toda velocidad» en el que ha logrado ascender a su equipo, el Beijing Renhe, hasta la máxima competición de país, la Superliga.
«Ha sido todo muy rápido, muy intenso, a toda velocidad», cuenta a ‘Efe’ horas antes de debutar en la Primera División del fútbol chino contra el Chongqing Lifan, recordando ese viaje exprés pero nada sencillo.
«Llegamos, no conocíamos nada del equipo y teníamos que jugar. No es lo mismo haber llegado con la temporada sin empezar, cuando haces la pretemporada, conoces a los jugadores… Todo fue muy rápido pero fue muy bueno y los resultados fueron incluso mejores de lo que pensábamos, logramos el ascenso», recuerda.
El que fuera técnico de equipos como el Levante o el Getafe llegó al país asiático el pasado julio, en mitad de temporada, y según cuentan fuentes de su plantilla provocó una verdadera revolución.
«Les cambiamos no solo un sistema de juego sino sobre todo la manera de comportarse en el día a día. Nosotros nos preocupamos mucho de las instalaciones, de la alimentación, los entrenamientos fueron mucho más con balón, le dimos mucha más importancia a nuestro equipo que al rival, creo que esas cosas fueron bastante importantes para subir el rendimiento», explica.
La plantilla, cuenta, acogió bien los cambios, «estuvieron muy receptivos». «Empezamos ganando partidos, que eso yo creo que refuerza todo el trabajo que haces».
Cuando García Plaza llegó, el Beijing Renghe era «un equipo defensivamente fuerte» pero el nuevo cuerpo técnico intentó «que fuera mucho más alegre en ataque».
«Les dimos más libertad para hacer cosas, para inventar cosas, les dijimos que tenían que dejar de estar coartados y ser mucho más atrevidos en el ataque», agrega.
Al final, fueron segundos en la división de plata, lo que les dio billete hasta la Superliga, un nuevo reto que el entrenador afronta «con mucha ilusión y con muchas ganas».
«A nosotros se nos presenta difícil porque empezamos jugando cuatro partidos fuera de casa y eso para un equipo recién ascendido es complicado. Sé que va a ser duro, es una carrera de fondo», cuenta.
El objetivo, asegura, es «mantenernos, no pasar apuros, intentar no descender» aunque «en el fútbol nunca se sabe, siempre tienes que partir con la ilusión de intentar ganar todos los partidos».
Pero además de los buenos resultados y del pase a Primera, García Plaza está satisfecho por el viaje en sí. «Es una experiencia que te enriquece mucho a nivel personal, conoces culturas, ves cosas que no te hubieras imaginado», «aprendes a ser mucho más tolerante con todas las cosas, comprendes las costumbres de la gente», cuenta.
Así, añade, cuando vuelva a España (su plan futuro) regresará siendo «mejor entrenador» y sobre todo «un hombre más culto y más rico en muchos aspectos que estando solo en tu país no consigues».
«Te haces mucho más receptivo, abierto, y te agrandas como persona», cuenta el entrenador, quien antes estuvo dos años en Arabia Saudí entrenando al Baniyas SC.
Sobre el fútbol en China, García Plaza está convencido de que en unos años el gigante asiático será también una gran potencia mundial en este deporte, cuando se vean los resultados de tantas escuelas de fútbol y los equipos empiecen a tener una cantera de jugadores.
«Cuando progresen serán una potencia porque cuentan con una cosa que no contamos el resto de países, que son 1.300 millones de habitantes. No ahora, a corto plazo, pero en diez o veinte años van a sacar una generación de futbolistas muy importante», asegura.